miércoles, diciembre 16, 2009

Mi primer jefe.

A lo largo de mis 9 años de vida laboral he tenido distintos jefes y creo que los mejores han sido cuando me toca jefas mujeres, los iré definiendo a cada uno en esta "nueva serie de post".

Mi primer jefe era un wey que no había terminado la carrera en el UNITEC y posiblemente fue maltratado por su papá ya que a veces se ponía a gritar cuando las cosas urgían. Era de esos que quería que sus recursos llegaran a las 8:00am aunque él llegara a las 11:00am. Además de que la chamba la daba a las 5:00pm para terminarla, regularmente a las 2:00am del siguiente día. Nefasto porque se tomaba al menos tres horas de comida.

Era de esos que quería convivir solo con sus recursos y estar toda la tarde y noche con ellos porque la verdad es que nadie lo quería como su amigo y por lo tanto no tiene vida social. La única forma de que él no se sintiera solo por las noches era teniéndonos trabajando con él todo el tiempo.

Era tanto el odio que había crecido (los recursos) hacia el jefe, que a veces en al hora de comida nos acompañaba a jugar billar y era la única forma en desquitarnos dándole una pinche arrastrada. Yo creo que el se desquitaba poniéndonos más trabajo urgente.

Trabajábamos para el gobierno. De plano el ambiente no me gustó para nada porque los jefes de mi jefe se sentían divinos y cuasi-dioses, al grado que eran los únicos que podían fumar (puro) a pesar de que la ley lo prohíbe. También había burócratas arriba de 40 años que eran tratados con toda la soberbia y despotismo que un jefe del gobierno puede dar. Ellos de plano les gritaban diciéndoles que eran tontos, que no hacen lo que se les dice y una vez, con grito a todo pulmón les dijo "Ustedes no están aquí para pensar, están aquí para hacer lo que yo les digo". En ese momento fue que decidí no terminar así.

Duré un año ahí. Al ser mi primer trabajo, aprendí mucho. Afortunadamente teníamos Internet ilimitado y teníamos las mejores máquinas del mercado, y nos la cambiaban cada 4 meses por una mejor. Tenía mi cubículo grande, línea telefónica con llamadas ilimitadas fuera de la organización y el desarrollo, aunque era Visual Basic 6, era muy interesante y nos mantenían actualizados en esa tecnología.

El día que renuncié, lo hice ya con un trabajo seguro y ese mismo día mi jefe se puso en esos días que fue muy insoportable al gritar (por segunda vez, la primera se la pasé) exigiendo que no me fuera a casa para terminar un sistema esa noche. Me pare y le dije "pues renuncio" y fuí a hablar con el jefe de mi jefe. Y ya.. ese mismo día terminó la quincena, no había firmado ningún otro contrato y no había expedido el recibo de honorarios. Así que no les quedo de otra que dejarme ir. Al siguiente día me presenté como a las 1:00pm solo por mis cosas y despedirme de poca gente. Con la convicción de que jamás debería trabajar para el gobierno y que no debo terminar como un viejo burócrata sin actualización ni decisión propia del trabajo.

Lo único bueno de ese jefe es que sí investigaba, programaba y se metía a las broncas que salían cuando era necesario. Lo que le falló mucho fue el trato a las personas.



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