martes, abril 22, 2008

Mejor viajar solo que mal acompañado (parte III y última).

Al fin vuelvo a tener tiempo para postear la tercera y última parte de mis pequeñas vacaciones.. Luego porque uno dice que con las mujeres simplemente el tiempo no alcanza ;-) ya luego postearé el porqué de mi ausencia a este blog.

Pues la verdad la tercera y última parte no hay mucho que agregar. Al último día de estar en las paradisíacas playas de Huatulco, el hotel en donde me hospedé hace shows de noche, algo así como bailecitos para entretener a los turistas. Lógicamente las damas que participan en el baile están algo guapas y yo quería alguna foto con ellas, pero yo solito con ellas, simplemente como una fantasía muy personal. Sé que iba con mi novia pero ya por experiencias pasadas sé que ella se pone muy, muy celosa por el simple hecho de pedirle que me sacara una foto rodeado de mueres guapas, una vez me sacó una foto con Nadia de “La Academia”, que en televisión no se vé tan guapa con en persona. Y pues eso fué hace como dos años y todavía es fecha de que me esté reclamando por haberle pedido que me sacara una foto con ella.

Así que me acerque a las chicas estas que hacen el show y yo solo pedí a alguien de por ahí que me tomara la foto con ellas para así no tener que ver jetas de mi novia. El regresar a mi mesa dónde estábamos cenando inmediatamente ví la indignación y el enojo de mi novia. De plano me dejó ahí solito cenando y ella se fué con su clásico gesto despectivo hacia mí. Osea, nada mas fué una foto!!!

Ya para que me preocupaba, sabía que eso iba a pasar, así que mejor terminé mi cena y me fuí a despedirme del mar, era la última noche que estaba ahí así que a la luz de la luna llena me fuí a disfrutar el sonido de las olas.

Una de las cosas mas relajantes y que mas me gustan es poder disfrutar el mar de noche. Esa sensación de soledad en la playa hace que tenga una comunicación directa con la inmensidad de mar. Creo que de todo ese viaje, ese pequeño rato hizo que me sintiera muy bien, muy en paz conmigo mismo y con todo lo que me rodea. Agradecí a Dios por ese rato no pude resistir grabar el sonido de ese instante.

Ratos así a solas conmigo mismo y de meditación hacen que se me recarguen las pilas para poder seguir con más ganas en todo lo que pueda hacer.

1 comentario:

Unknown dijo...

A mi tambien me relaja contemplar, a solas, el mar, a la hora que sea.
Y no enojes por nada a tu novia, ¿ Para que quieres esa foto?, sólo es un caprichito de niño, y muy prescindible.
Un beso.